José decidió irse a vivir a al departamento de su amigo Nacho y comenzó a trabajar como maitre en su restaurant. Ambas situaciones fueron difíciles para él. Sobre todo porque, al volver a trabajar, tuvo que lidiar con un grupo de empleados con los que tuvo algunos “roces”.
Por otro lado, Sofía, recibió la visita de una amiga española que ni bien se enteró de la reciente separación, la invitó a salir a bailar. Juntas terminaron en un karaoke en donde ella se cruzó casualmente con Mauricio, el barman del bar del que ella es habitué.
Finalmente, Damián, "aflojó" un poco y se acercó a su madre. Después de una profunda charla y un poco más tranquilo, le pidió que organice un reencuentro con Carlos, al que ella accedió. Con la verdad sobre mesa y por primera vez, padre e hijo, comenzaron a conocerse.
A la sesión con Clara, Sofía y José, llegaron separados. Allí la terapeuta, les propuso ocuparse de sus hijos y les brindó ese espacio para que la terapia de ahora en adelante sea familiar...